Al inflarse, los airbag emiten un ruido fuerte y desprenden humo y polvo dentro del vehículo. Esto es normal y es una consecuencia de la ignición del inflador del airbag. Una vez que se haya inflado el airbag, puede sentir cierta dificultad respiratoria a causa del contacto de su pecho con el cinturón de seguridad y con el airbag, así como por respirar humo y polvo. Le recomendamos encarecidamente que abra las puertas o las ventanillas en cuanto pueda para reducir la incomodidad y no respirar durante mucho tiempo el humo y el polvo.
Aunque el humo y el polvo no son tóxicos, pueden producir irritación de la piel, los ojos, la nariz, la garganta, etc.). En ese caso, lávese y aclárese inmediatamente con agua fría, y acuda a un médico si persisten los síntomas.
ADVERTENCIA
Cuando se despliegan los airbag, se calientan considerablemente las piezas próximas del volante y el salpicadero o las situadas a los lados de los carriles del techo, por encima de las puertas delantera y trasera. Para evitar lesiones, no toque las zonas internas donde se guardan los airbag inmediatamente después de que se hayan inflado.